Equinácea: El equilibrador inmune de la naturaleza
Probablemente hayas oído hablar de la equinácea que se usa para ayudarte con un resfriado o una gripe, ¡pero hay mucho más que eso!
La equinácea es parte de la familia de las margaritas y es nativa de las praderas de América del Norte. Los nativos americanos tenían muchos usos, incluido el tratamiento de las mordeduras de serpiente de cascabel, y cuando los colonos llegaron por primera vez, se sorprendieron de cómo podría ofrecer un tratamiento que salva vidas para enfermedades y lesiones.
¿Cómo funciona la equinácea?
La equinácea es más un «equilibrador inmune» que un «refuerzo inmunitario», y los estudios científicos recientes nos han ayudado a comprender cómo funciona. Tomar equinácea activa ciertas células en el sistema inmunitario, lo que le permite responder de manera más rápida y efectiva a los patogenos invasores. Es particularmente útil para ayudar a combatir la tos y los resfriados, pero también se ha encontrado que es eficaz contra las infecciones en otras partes del cuerpo. En pruebas de laboratorio, se ha encontrado que la equinácea es buena para matar ciertas cepas de virus del herpes y la influenza. Eso significa que, si alguien está siendo afectado por uno de esos virus, la equinácea aumenta la reacción inmune y mata al virus al mismo tiempo.
La equinácea también muestra potentes acciones antioxidantes y antiinflamatorias, lo que ayuda a explicar por qué es tan útil para tantas afecciones. Ya sea que el sistema inmunitario no esté trabajando lo suficiente o reaccione de forma exagerada, la equinácea lo alienta a volver a la normalidad y a trabajar de la manera más efectiva posible.